MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA
El presente, es una reflexión sobre el trabajo realizado en el primer módulo de la especialidad en competencias docentes, en el que me enfoco al análisis de mi desempeño en la docencia, teniendo en cuenta que no soy profesor de carrera, sin embargo he tenido la emocionante aventura de trabajar con niños de educación primaria, secundaria y actualmente, trabajo con jóvenes de nivel bachillerato. Sin lugar a dudas, una gran responsabilidad recae sobre mí y mi misión…ganarme le libertad de ser profesor.
Soy Marco Antonio Rodríguez Hernández trabajo en el C.B.Ta. 65 de Arcelia, Gro., imparto las asignaturas de biología, biología contemporánea, los sub módulos: Reproducción, cultivo y manejo de plantas en la carrera de Técnico agropecuario, actualmente, estoy consciente de la gran responsabilidad que tengo como docente de nivel medio superior. Pero sinceramente, nunca imaginé llegar a desempeñarme en esta profesión.
ANTES DE SER PROFESOR
Cuando estudiaba mi educación media superior, me visualizaba como un gran biólogo, siempre me han gustado las expediciones a la naturaleza, disfruto mucho de los canales como Discovery Channel y National Geographic Channel. Al terminar el C.B.T.a. no dudé en ingresar al Tecnológico de Ciudad Altamirano a estudiar la carrera de Licenciado en biología.
Mi padre era maestro del C.B.T.a. 65, Ingeniero agrónomo de profesión, y todos los días que yo lo veía llegar cansado del trabajo; me contaba que había tenido un día muy agotador, ya que el atender a grupos numerosos y cubrir casi las 30 horas semanales frente a grupo, le resultaba cansado; su estrés se agudizaba con los problemas que surgían con los alumnos “rebeldes” que nunca estaban de acuerdo con lo que el profesor les decía, y peor aún, en aquel entonces los cambios de profesores estaban muy de moda, solo porque al grupo no le agradaba su profesor.
Con todo esto que me contaba, yo me hice a la idea que nunca quería ser maestro, yo me dedicaría al estudio de los ecosistemas y al manejo de fauna silvestre, por eso estudiaba biología.
Al finalizar la carrera, me gradué con mención honorifica, fui uno de los mejores estudiantes de biología de mi generación. Siguiendo mi sueño de ser un biólogo conservacionista, emigré a la cuidad de Zitácuaro Michoacán, allí me contacté con una organización civil llamada “Biocenosis A.C. Región Monarca” en la que tuve la fortuna de participar en algunos proyectos relacionados con la educación ambiental para la conservación del hábitat de la mariposa monarca. Todo marchaba muy bien, hasta que se nos dificultó que nos aprobaran nuevos proyectos, sin ellos, no había trabajo y por lo tanto, nada que comer.
Lo anterior fue una razón de peso, para que emigrara en busca de trabajo, viajé a la cuidad de México para buscar nuevas oportunidades de empleo.
En poco tiempo, un primo que trabajaba de maestro en una primaria, me dijo que habían corrido a una maestra de una secundaria y que estaban buscando un maestro de biología; como necesitaba solventar mis gastos, me apresuré a llevar mis documentos para que me contrataran por 1 año.
MI CONFRONTACIÓN COMO MAESTRO NOVATO.
Afortunadamente, me gradué con honores en la licenciatura, pero esta nueva experiencia de ser maestro… si que me tenía estresado. Los conocimientos teóricos con los que contaba me ayudaron muchísimo, ya que nunca sentí ignorar sobre un tema, lo realmente difícil era: el pánico escénico de quedarme solo frente al grupo y dirigir toda una sesión de 1 hora con 40 minutos, elaborar las secuencias didácticas, identificar las competencias, trabajar por medio de proyectos y estudios de caso, diseñar estrategias de aprendizaje que motivara a mis alumnos, guardar la disciplina en la clase sin que los alumnos se sintieran agredidos, buscar las palabras correctas para dirigirme a mis alumnos, entre otras grandes habilidades y destrezas que debemos tener los docentes y que yo en ese momento carecía por completo. Al leer “la aventura de ser maestro” de José Manuel Esteve volví a vivir aquellos días en los que era un maestro novato.
Los primeros meses como docente, me apoyé de los maestros mas experimentados, que afortunadamente me ayudaron muchísimo a elaborar mis secuencias didácticas, además de darme algunas recomendaciones y algunos tips sobre como desarrollar una clase y mantener el orden en el salón. Yo admiraba mucho a un compañero llamado Luís, que era el “brazo derecho” del director, era muy joven y excelente en sus clases, lo mejor de todo, era que sus alumnos lo decían. “Que orgullo, algún día quiero ser como él” me decía a mi mismo.
Al ir adquiriendo confianza y experiencia en esta ardua tarea de enseñar, mis compañeros y directivos vieron que mis alumnos se referían muy bien de mí y que estaban contentos de la forma en la que les enseñaba biología. Esto me trajo una oferta más… me llamaron para ser maestro de primaria, en la que, desafortunadamente, no tengo buenos recuerdos.
MI EXPERIENCIA COMO MAESTRO DE PRIMARIA.
Con dos trabajos, maestro de Primaria en la mañana y de secundaria por la tarde, el estrés y la presión del trabajo subió al máximo. Ya me había adaptado a adolescentes de secundaria y ahora tenía que trabajar con niños de segundo grado de primaria, un reto bastante duro, ya que no solo debes de trabajar con los niños, sino que tienes que informar a los padres de todo lo que su niño hace durante el día, esto se me dificultaba ya que prácticamente salía corriendo de la primaria, porque mis alumnos de secundaria me esperaban en otra escuela que me quedaba a 2 horas de distancia. “El malestar docente” se hizo presente en mí, ya que ahora tenía que trabajar al doble, elaborar secuencias didácticas para dos escuelas, desarrollar proyectos en dos escuelas…etc. Etc. Lo que terminó en un grave “malestar “, mi tranquilidad y mi cordura se pusieron al límite.
Si tengo que ser sincero, debo decir que me gustaba más trabajar con mis alumnos de secundaria, pues los niños requerían de mayor atención personal y además en mi grupo había serios problemas de disciplina, lo que me hacía pensar dos veces antes entrar a trabajar con ellos. No puedo calcular ahora que tanto perjudique a ese grupo de niños, ya que el tener dos trabajos, hace que le des más importancia a uno y que descuides otro.
Mi conciencia se vio aliviada un poco, justo cuando al finalizar el ciclo escolar, mi padre me llamó por teléfono para decirme que me regresara al estado de Guerrero, porque estaba tramitando su jubilación y quería que me quedara en su lugar.
Aquí empieza otra etapa del “profesor novato”.
MI CONFRONTACIÓN ACTUAL COMO DOCENTE DEL C.B.T.a. 65
Recuerdo la primera vez que el subdirector técnico me presentó como docente frente a un grupo, fue algo muy curioso ya que tengo que reconocer que era de cuerpo muy delgado y aparentaba menos edad de la que tenía y, como nadie me conocía en el C.B.T a., mis alumnos pensaron que les presentarían a un nuevo compañero de grupo; obvio que mi forma de vestir era diferente a la de ellos, pero aún así no me daba mucha ventaja.
Esta fue una de mis primeras confrontaciones en esta etapa: ganarme el respeto y la credibilidad de mis alumnos, tarea que me resultó relativamente fácil al ir desempeñando mis funciones.
Uno de mis principios como docente es respetar el tiempo y sacrificio que hacen mis alumnos junto con sus padres para asistir a la escuela, ya que el contexto socio-económico y cultural en el que nos encontramos, enmarca un alto índice de pobreza, bajas oportunidades de empleo y como resultado, un alto índice de delincuencia. Por lo tanto, resulta imprescindible aprovechar cada minuto que tenemos como docentes, para poder educar y transformar individuos.
Siempre me presento al aula de una manera entusiasta, regalando una sonrisa sincera y, como ya lo mencioné antes, mis alumnos ya saben que aprovecharemos al máximo el tiempo de la sesión; el ser puntual y responsable con mis alumnos, me ha ayudado a crear vínculos de amistad y confianza que conllevan al logro de nuestros objetivos.
Durante las sesiones, trabajamos en un ambiente de respeto mutuo, los temas que abordamos, ya son conocidos previamente por los alumnos, ya que les proporciono la estructura curricular de la asignatura, con la intención de que indaguen sobre el tema antes de abordarlo en clases.
Siempre trato de llevar a la práctica todos los conceptos que se abordan, de manera que hemos desarrollado proyectos sobre: “reproducción sexual y asexual de plantas nativas de la región” “establecimiento de cultivo de pepino”, por mencionar algunos. Esto es de gran motivación para los alumnos, ya que aprenden cosas nuevas y a la vez, nos salimos de lo convencional.
En la asignatura de biología, se nos dificulta realizar prácticas de laboratorio, ya que solo contamos con el espacio físico, pero carecemos de microscopios, material de cristalería, reactivos, entre otros aparatos e instrumentos necesarios; lo que resulta muy importante que junto con nuestros directivos y planta docente propongamos estrategias para poder habilitar nuestro laboratorio.
Actualmente una de las confrontaciones más significativas que he tenido, es la de concientizar a mis compañeros docentes para qué se actualicen en sus diversas disciplinas, menciono esto, porque ocupo del Departamento de Formación Docente de la Institución y dentro de mis funciones están las de publicar y difundir las diferentes convocatorias giradas por la SEP, además de proponer a los compañeros para que participen en los diferentes programas; lo que ha resultado un gran reto para el Departamento y la Subdirección Técnica, ya que existe un considerable número de docentes que están próximos a jubilarse y muestran una actitud apática hacia estos programas; para agravar la situación también tenemos docentes “jóvenes” pero de la misma forma se muestran apáticos a los diferentes programas.
Con esto que menciono, no quiero sonar pesimista, ni mucho menos se piense que hablo mal de mis compañeros, mi intención es dar un panorama real de las confrontaciones que tengo de manera personal al desempeñar mis funciones y los retos que tenemos como institución.
Finalmente, estoy muy agradecido con la vida, de que me haya dado la oportunidad de tener este trabajo tan arduo, tan difícil, tan especial y a la vez tan gratificante. El empezar este semestre con nuevos grupos, me llena de deseos por aplicar con ellos lo nuevo que estoy aprendiendo en esta especialidad, realmente siento que estoy aprendiendo, me siento retroalimentado al compartir nuestras experiencias, mi actitud es positiva, mi visión es más amplia y también he sentido nuevamente que soy un estudiante más, que tiene mucho, mucho por aprender.
Reciban un saludo.
Marco Antonio Rodríguez Hernández.